A veces no nos damos cuenta lo difícil que es para nuestr@s niñ@s "enfrentarse" a un cuento. Niñas a quienes les encanta que les lean antes de dormir, niños que escuchan atentos las historias de los abuelos... ¿Por qué han de temer a un cuento para ellos solos?
L@s niñ@s, acostumbrados durante la mayor parte de su corta vida a entender mediante la escucha todo cuanto se les decía, se encuentran de un día para otro un libro de 20 páginas que no sólo tiene que leer, sino que debe comprender. ¡Qué follón!
Si queremos inculcar a nuestros peques el gusto por la lectura consiguiéndole libros y pretendiendo que los lea y disfrute con ellos, debemos tener siempre en cuenta una serie de pautas:
1. Escoger el libro adecuado: para quienes están empezando a leer y comprender, lo mejor son los libros que combinen texto y dibujos.
Respecto al texto, fijarnos en que sus palabras estén dentro del vocabulario que maneja su futuro dueño y que la caligrafía sea grande y legible. Además, escoger textos cortos donde las ideas principales estén bien explícitas y la información sea concisa ayuda a que el niño focalice mejor su atención en la lectura.
En cuanto a los dibujos, deben ser un complemento a la lectura. Me explico: dada la dificultad que sabemos que el niño seguramente tenga a la hora de comprender el texto, toda ayuda será poca; por lo que si tiene una ilustración para ver qué está contando el cuento, mejor que mejor.
2. Ir al lugar adecuado: en cuanto al sitio en el que conseguir un libro, cada uno tendrá sus preferencias. Pero desde mi humilde opinión considero que, aunque haya excelentes profesionales, una gran superficie que igual te puede vender un jamón que un libro infantil, no puede compararse a las tradicionales tiendas de libreros cuya pasión es esa o las cada vez más abundantes (afortunadamente) librerías dedicadas especialmente para los más pequeños donde pueden disfrutar de talleres o cuenta cuentos. En estos lugares caerás en manos de profesionales del sector que, con suerte, estarán ahí por amor a su trabajo y que te asesorarán mejor que nadie.
3. Gustos y preferencias: muy importante siempre conocer qué le gusta al futuro lector. Un niño puede empezar a adorar o aborrecer los libros si no acertamos con los primeros que vamos a poner en sus manos; así que con la inmensa oferta temática que tenemos, no nos cuesta nada saber lo que le gusta al niño para conseguirlo y acertar de pleno.
4. Predicar con el ejemplo: l@s niñ@s, por norma general, hacen lo que ven. Si nos ven leyendo, disfrutando con un libro, contándoles cosucas sobre el argumento... ellos querrán hacerlo con mucho gusto. (Recuerda: si los papás lo hacen, ¡tiene que molar! )
Como os imaginaréis, este no es un método infalible; pero seguramente siguiendo estos consejillos conseguiremos que, poco a poco, nuestros pequeños comiencen a entender y disfrutar de sus lecturas.
¿Qué pensáis? ¿Cómo ayudáis vosotros a esos futuros lectores?
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